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jueves, 31 de julio de 2008

APORTES… II

En cualquier análisis de la realidad nacional no puede prescindir de un análisis aunque sea breve de las condiciones internacionales político-económicas en las cuales esta inserta esta realidad nacional, ya que si bien la política económica interna no esta determinada por la internacional, si se encuentra condicionada por esta, y decimos condicionada no determinada porque siempre depende de la decisión soberana de la nación, pues la globalización es la forma que asume la economía capitalista en la actual etapa, pero no suprime a las naciones ni a los estados nacionales que siguen siendo las formas de organización de la sociedad de nuestro tiempo, el ámbito esencial de la política y los sujetos fundamentales de la política internacional, prueba de ello es que los conflictos posteriores a la guerra fría están relacionados con los intereses nacionales de cada país.
Entonces, en el ámbito internacional podemos ver una potencia hegemónica como lo es los EE.UU., pero lo que debemos poner en duda es si su hegemonía alcanza a todos los ámbitos ya que si bien es indiscutible esta en el ámbito militar y político no lo es en cuanto a lo económico, en este aspecto le han salido algunos competidores como son: La Unión Europea, Japón, China y los llamados “Tigres asiáticos” estos últimos junto con la India con una especialización productiva como lo es la industria del software y del hardware.
El desarrollo de estas naciones esta ligada a empresas de uso de capital intensivo en tecnología en contra de la lógica anterior de uso intensivo de mano de obra, pues las nuevas tecnologías y los sistemas globalizados de producción (maquila, toyotismo) ya no necesitan un “ejercito industrial de reserva”, sino reducidos contingentes de trabajadores calificados; En las viejas épocas, ese ejercito de mano de obra desocupada permitía a los empresarios regular el salario y el conflicto, aprovechando la competencia entre los mismos trabajadores.
Hay que tener presente que cuando hablamos de desarrollo esto no quiere decir que alcance a la población en su conjunto sino que este crecimiento del PBI es para “algunos” sectores de estas sociedades, en las cuales el salario es paupérrimo, pero para que las empresas puedan pagar salarios bajos y asi asegurar su rentabilidad produciendo bienes manufacturados con una aceptable tasa de desocupación, los bienes en los cuales se gastan esos salarios deben ser lo suficientemente baratos para que estas empresas puedan mantener su alta rentabilidad. Producirlos en estos países es antieconómico para las grandes multinacionales ya que provocaría una desviación de la mano de obra hacia sectores primarios con el consecuente encarecimiento de esta mano de obra en el sector manufacturero
Entonces ¿Cómo mantener salarios bajos en los países que producen bienes manufacturados?
Fácil, deprimiendo los costos en los cuales se gasta ese salario, principalmente alimentos, que es en lo que mas gastan los trabajadores; Pero como los alimentos no se pueden producir en los mismos países en los cuales se producen bienes con alto valor agregado pues esto llevaría a la plena ocupación, y como dijimos antes, al

Encarecimiento de la mano de obra, entonces es necesario importarlo de donde resulte mas barato y asi hace su entrada triunfal las teorías de la libertad de empresa y la libertad de comercio, (Adam Smith, David Ricardo) esto significa que algunos países van a producir alimentos a bajo costo para mantener la tasa de rentabilidad de las grandes multinacionales; Esto en pocas palabras significa la división internacional del trabajo.

Argentina se incorporo a esta plenamente ya en el siglo XIX y el intento de salir de esta fue duramente castigado en aquel Septiembre del 55.
Hoy la situación si bien no es igual, es bastante parecida, sino pensemos donde fueron fabricados los casi 30 millones de celulares que hay en el país, ¿Qué había antes donde hoy se encuentran estos monstruosos hipermercados? ¿Qué exportamos al mundo hoy?
La situación internacional nos favorece ya que los precios de los alimentos son altos porque los bienes manufacturados lo son mas aun, para ejemplo basta una simple cuenta, si como dijimos antes en la argentina existen mas de 30 millones de celulares (Clarín económico 7/1/07) y establecemos para estos un precio promedio de 100 dólares a cada uno, la cuenta resultante da escalofríos, 3 mil millones de dólares ¿de donde sale ese dinero? Y la respuesta aparece a primera vista y sin necesidad de muchos análisis: si para pagarlos hacen falta dólares, estos dólares deben salir de alguna entrada de estos -¿de donde provienen?- de la fabulosa renta agraria y petrolífera o más precisamente en estos momentos por el precio internacional de la soja y del petróleo
Una etapa parecida ha vivido la Argentina entre 1880 y 1930 cuando fue “granero del mundo” y dilapido esos recursos en bienes suntuarios desaprovechando la oportunidad de acumular capital para industrializar el país y formar una burguesía nacional, asi lo demuestra Don Arturo Jauretche en su libro “El medio Pelo en la Sociedad Argentina”.
Para un mundo que se va tecnificando y expulsando mano de obra es necesario energía y alimentos a bajo costo, esto es imprescindible para mantener la rentabilidad empresaria y evitar conflictos sociales, por eso los bonos argentinos en la bolsa de Nueva York cotizan tan bien, saben de la necesidad que hay y va a seguir habiendo de alimentos baratos y por eso también empresas multinacionales compran campos en la Argentina, asistimos asi a un proceso de extranjerizacion de la tierra que no podemos controlar ya que debido a la falta de ideas de la Cámara de Diputados de la Nación no hay legislación al respecto (pruebe algún extranjero de comprar tierras en los EE.UU.), pues a diferencia de lo ocurrido a fines del siglo XIX y principios del XX la propiedad de la tierra ya no esta en manos de las oligarquías nacionales ligadas al capital extranjero, sino directamente en manos extranjeras.
Que la propiedad de la tierra en manos extranjeras no solo afecta a los “patrioteros” es algo evidente, ya que al ser nuestra principal fuente de ingresos adquiere también una importancia política y condiciona cualquier proceso político por la dependencia que da la característica de monocultivo.

LA CUESTION NACIONAL

Hoy podemos ver como nuestro país carece de una burguesía con vocación de tal, con una búsqueda de lucro y de acumulación a partir del mercado interno.
Existe siempre la idea de la importancia del comercio externo (estas cosas de la globalización) entonces nos alegramos al mirar en los diarios las cifras de este y sus pregonadas ventajas para la Argentina


¿Es esto tan asi?, ¿es realmente tan importante?
Para aclarar estas dudas lo mejor es acudir a un experto y co-autor del “Plan Fénix” de la U.B.A. como Aldo Ferrer quien en su libro “Hechos y Ficciones de la globalización” (1997) Pág. 30 dice algo como esto:

“La mayor parte de las transacciones económicas no se realizan en los mercados globales, sino en los nacionales. Más del 80% de la producción mundial se destina a los mercados internos de los países. Las exportaciones representan menos del 20% del producto mundial. Alrededor de 9 de cada 10 de los trabajadores del mundo producen para los mercados de sus respectivos países.
La gigantesca masa de recursos financieros que circula en las plazas globales es una burbuja de transacciones en papeles, opciones, derivados y otros instrumentos que constituyen operaciones desvinculadas en su mayor parte de la actividad real de producción, inversión y comercio. Alrededor del 95% de la acumulación de capital en el mundo se financia con el ahorro interno de los países.
Las inversiones de las filiales de las corporaciones transnacionales representan actualmente el 4% de la formación de capital fijo mundial”.
Y en la Pág. 41 amplia: “Desde 1945 hasta principios de la década de 1970, el volumen del comercio internacional creció a una tasa del orden del 8% anual. En los últimos veinte años, en promedio, la tasa declino al 4% anual”.
Por estas razones y muchas mas parece imposible pensar en un modelo de desarrollo nacional a partir de la acumulación de capital externo, y esto lo demuestra nuestra propia experiencia de la década del `90 cuando la entrada de capitales era la envidia de todas las naciones. Ningún país se desarrolla a partir del ahorro de otros.
Cada país debe enfrentar su realidad y reconocer que, en definitiva, es el responsable de su propio destino, para esto es necesario construir los consensos necesarios para articular un proyecto nacional sostenible en los planos social, económico, político y ecológico. Los sistemas de gratificación y consumo a los sectores mas postergados (para que no generen conflicto) implican la apropiación y el uso irracional de los recursos disponibles, aun a costa de su deterioro o agotamiento en un futuro cercano.
Por eso es necesario un debate en torno al destino de los excedentes que produce la renta agraria y petrolífera (¿No seria mejor crear un banco de desarrollo industrial?) ya que es imposible predecir hasta cuando van a durar estos precios de los comodities se torna imprescindible la re-inversión de estos excedentes no solamente su distribución
El indicador elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), denominado “huella ecológica”, que refleja cuales son las regiones que tienen mayores niveles de consumo de recursos básicos, demuestra que la “huella ecológica” de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países ricos, es cuatro veces superior a la de los países “en desarrollo”.
Extendiendo esta observación a cada uno de los países en desarrollo, obtendríamos indicadores semejantes en lo que hace a apropiación inequitativa de recursos por parte de los segmentos privilegiados de la población, en tanto las masas de los excluidos carecen de recursos elementales para la subsistencia.
A la larga, lejos de representar una garantía este proceso implicaría mas pobres y excluidos en un siglo XXI en el que, como decía Perón, las guerras serán por el agua y la comida.



Es necesario dar también otros debates esenciales de cara al siglo XXI. En el plano municipal plantear la necesariedad del Presupuesto Participativo, la crisis del 2001 demostró que el concepto de democracia ya no es el mero acto eleccionario sino que es necesario que el pueblo (concepto mas abarcativo que la gente) participe en las decisiones que pueden modificar su entorno mas inmediato como su barrio, su manzana o su municipio.
En el plano de las decisiones macroeconómicas es necesario discutir temas como el de la Renta no laboral por Derecho de Ciudadanía que tiene que ver con el derecho pleno a ejercer esta por fuera del clientelismo de los “planes”.
Esta propuesta no puede ser tratada como de izquierda, ya que no cuestiona la propiedad de los medios de producción ni tampoco de derecha ya que apunta a una fuerte distribución de la riqueza y además plantear si el problema es la riqueza concentrada o la pobreza de millones ya que es esta la que produce la exclusión, y la exclusión la violencia y el delito, pues en una sociedad que se realiza, donde los jóvenes visualizan un futuro por su esfuerzo la delincuencia no tiene cabida, pero donde la exclusión envía a los márgenes a amplios sectores de la sociedad quitándoles la esperanza de un futuro mejor, el delito encuentra su caldo de cultivo. Estos sectores si bien pueden no tener conciencia de que, o quienes son los culpables de su situación por simple “percepción” encuentran en los sectores del privilegio sus victimas, (barrios cerrados, zona norte) entonces los sectores del privilegio reclaman mayor “seguridad”, eufemismo de: “métanle bala a los negros” generando esto un espiral de violencia inacabable.
¿Y qué tipo de sociedad tenemos hoy?
De nuevo, mejor vayamos a la visión de los expertos:
“La oficina de la CEPAL en Buenos Aires tiene un proyecto de estudio sobre la evolución de largo plazo de la economía Argentina. Para promover la discusión de esos trabajos en su sitio de Internet presentan versiones preliminares de documentos. Uno de ellos denominado: Convergencia Arriba Divergencia Abajo: ¿A quien le fue tan mal en la economía Argentina?, de Daniel Heymann y Adrián Ramos, viene a brindar respuestas esclarecedoras sobre ese contradictorio comportamiento económico-social. En general, los análisis que se realizan son binarios “Argentina esta mal”, se dice cuando las cifras de pobreza, nivel de ingresos y cobertura de salud y educación son aun alarmantes; o bien “Argentina esta bien”, se afirma cuando se muestran los datos del boom del consumo y de la mejora generalizada del resto de las variables macroeconómicas. Lo que sucede es que hay una Argentina que esta bien y otra que esta mal al mismo tiempo. No es una u otra, son las dos juntas que conviven en un mismo territorio. En estas ultimas décadas de turbulencia y estancamiento “a todos los estratos sociales no les ha ido igual” apuntan Heymann y Ramos, para agregar que “en realidad, la visión de la Argentina como un país con ingresos relativamente bajos a escala internacional describe en forma clara a la situación de los segmentos mas pobres, pero no se condice con lo que se observa en lo alto de la distribución”.
Mas adelante dice:



“Como se ve, la realidad es un poco más compleja que lo que las anteojeras ideológicas les permite ver a sectores que convocan fantasmas. Los mismos que se apropiaron de una porción creciente de la renta son los que se hacen sentir con más fuerza con sus reclamos. Son los argentinos europeos que tienen a la inclusión social en el discurso –en el mejor de los casos- pero están convencidos de que no deben ceder en la distribución del ingreso, que evalúan –con distorsión– que no los tiene tan favorecidos. De esa forma, en ese espacio geográfico denominado Argentina se reúne el desarrollo humano de un país europeo con condiciones de vida miserables. Una especie de Norueona, mitad Noruega, mitad Sierra Leona”.

Jorge Marquez

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