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jueves, 31 de julio de 2008

GUILLERMO NO ES MORENO

Nos acercamos al bicentenario, con lo cual se hace necesario y se nos plantea la necesidad de establecer algunos acuerdos hacia el futuro, como que tipo de país queremos, a que tipo de sociedad aspiramos, como va a ser nuestra inserción en el mundo; Pero me parece también necesario mirar hacia ese pasado que nos señala el bicentenario para tener una mirada mas completa, mas holistica, pues es difícil establecer hacia donde vamos si no sabemos de donde venimos, y es cierto, venimos de Mayo fecha establecida por la iconografía mitrista, que nos puede gustar mas o menos pero, es verdad esta establecida asi, es Mayo y no es Agosto (invasiones inglesas), pues esta (a lo mejor) hubiera establecido otra lógica en el desarrollo posterior como nación ¿independiente?; Lo cierto es que Mayo señala un pasado revolucionario o jacobino como lo pensaban algunos hombres de la época entre ellos, y el alma mater de este pensamiento, Mariano Moreno, este frustrado cura devenido en iluminista, nuestro Robespierre, para algunos, o el buen abogado liberal para otros.
Como se quiera ver, interpretar a Moreno es una cuestión de hermenéutica del pasado o de proyecto político del futuro, y yo me quedo con el jacobino que quiso construir una nación en una época que todavía estaba en duda esta construcción, lo que se pone en duda son los métodos particularmente mirándolo desde este siglo XXI, las formas cuestionables -desde esta actualidad- pues es difícil acordar (desde esta actualidad) con el “Plan de Operaciones” apasionante y complejo documento de nuestra historia en donde propone “cortar cabezas y verter sangre”, “confiscación de fortunas”; Podemos no acordar con las “formas” de Moreno, -si, con el fondo especialmente el económico- en su proteccionismo y desarrollo del mercado interno.
En el tema de política económica Moreno propone el rol del estado como centro y motor de la economía
Otra medida económica que propone es la confiscación de las grandes fortunas y dice así: “las fortunas agigantadas en pocos individuos, a proporción de lo grande de un estado no solo son perniciosas, sino que sirven de ruina a la sociedad civil” .
Explícita luego Moreno su posición proteccionista, posibilitada por la confiscación de las fortunas y la centralización estatal de esta manera: “sé vera que una cantidad de doscientos o trescientos millones de pesos, puestos en el centro del estado, para la fomentación de las artes, agricultura navegación, etc. producirá en pocos años un continente laborioso, instruido y virtuoso, sin necesidad de buscar exteriormente nada de lo que precise para la conservación de sus habitantes, no hablando de aquellas manufacturas que siendo como un vicio corrompido, son de un lujo excesivo e inútil que debe evitarse principalmente porque son extranjeras y se venden a mas oro de lo que pesan”
Moreno también plantea el control de las divisas y el crédito por parte del estado de esta manera: “todo negociante europeo no podrá emprender negocios a países extranjeros, con él todo de su caudal, ni hipotecando ni establecimientos o raíces algunos, en cambio de otros frutos movibles, sin el completo conocimiento del gobierno”.
Como vemos el bicentenario de Mayo puede tener diversas lecturas desde este presente (espero no provocar un escandalo) especialmente en lo concerniente al rol del estado que los “Mayos”,o algunos de ellos, parecian tener claro

Entonces volviendo a esta dura actualidad me pregunto ¿Qué se le cuestiona a este Moreno? Las “formas” o la cuestión de fondo, es decir el control de precios por parte del estado ¿y si fuera otro el que estuviera, con otras “formas” pero con el mismo fin, no seguirían las empresas del grupo Clarín combatiéndolo igualmente?
Creo que lo que esta en juego no es un secretario de comercio sino el rol del estado para poner limite a los abusos de las empresas monopolicas, lo que esta en juego no es la verdad o falsedad de las cifras del INDEC, lo que esta en juego es la solución que se le da a las cifras que da el INDEC, mas allá de las ganancias de los bonistas que tanto preocupan a Bonelli en su programa, porque si tuviéramos una inflación de dos dígitos el verdadero problema no es la inflación sino como se soluciona esta inflación ¿”Enfriando” la economía? lo cual llevaría a aumento de tasas, menor inversión por parte del estado y no creación de nuevos puestos de trabajo; ¿Poniéndole tope a las ganancias abusivas de las empresas monopolicas? Lo cual llevaría a un enfrentamiento con estas, ¿y si asi fuera, se bancaria esta sociedad un enfrentamiento de esa naturaleza? Otra alternativa seria creando mayor oferta a través de las PYMES con crédito subsidiado para que estas puedan competir con las “grandes” creando mayor oferta y mas empleo, con lo cual los liberales van a decir que el estado no puede subsidiar empresas por el costo para el erario publico.
Puedo deducir según mi pobre entendimiento que lo que esta realmente en juego y se esta cuestionando es el rol del estado para decidir políticas, porque cuando el estado no define políticas las define el mercado y este sabemos a favor de quien define siempre.
Y esto lo saben las potencias mundiales sino fíjense que paso con el fracaso en la ronda de DOHA, allí no estaban las empresas, estaban los estados, los gobiernos de cada potencia preservando sus mercados internos y sus intereses nacionales, allí no hay globalización que valga.
¿A ninguno de nuestros liberales se le ocurre cuestionar el intervencionismo estatal de estas potencias en sus respectivos mercados internos? ¿Por qué no les avisan que el mundo esta globalizado?
Ante una situación crítica en la cual, como dijera Simón Rodríguez, “o inventamos o erramos”. No hay modelos por imitar, Puede haber experiencias que sirvan como fuentes de inspiración, pero nada más. Una China que alimenta a diario a mil trescientos millones de personas seguramente que tendrá algo digno de ser aprendido en el terreno de la producción agraria. Un Vietnam que renace de las cenizas de la destrucción de que fuera objeto a manos de los Estados Unidos también tiene algo que enseñarnos. Los extraordinarios logros de Cuba en materia de salud y educación contienen valiosísimas lecciones que los países subdesarrollados deben estudiar con suma atención. Pero la construcción de las sociedades inclusivas e integradoras del siglo veintiuno, condición necesaria para el desarrollo de nuestras sociedades, no puede ser producto de actos imitativos. Fidel dijo reiteradamente que “cada vez que copiamos nos equivocamos”, subrayando la sabiduría contenida en la sentencia de Simón Rodríguez. Y un gran teórico marxista latinoamericano, José Carlos Mariátegui, ya había advertido los alcances de este desafío cuando dijera que el “socialismo en América Latina no puede ser calco y copia sino invención heroica de nuestros pueblos.” Es con este predicamento que nuestros pueblos deberán construir las nuevas sociedades del siglo veintiuno, condición necesaria para salir definitivamente del subdesarrollo.

Jorge Marquez

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